Forma: Lenguaje e imágenes

Persona con problemas de salud mental. Persona con trastorno mental.

Persona con/que tiene esquizofrenia, depresión, trastorno bipolar…

Centro de salud mental / centro de día / centro de rehabilitación.

Ingreso hospitalario en…

Emplear imágenes no estigmatizantes, que reflejen la salud mental en positivo.

Enfermo/a mental, trastornado/a, perturbado/a, loca/o, psicópata.

Esquizofrénico/a, depresivo/a, anoréxico/a, maníaco/a, psicótico/a.

Manicomio, psiquiátrico.

Reclusión, internamiento, encierro…

Imágenes en las que las personas aparecen en actitudes pasivas, sin ningún tipo de interacción social, que transmiten soledad, aislamiento, miedo, angustia, desesperación y desequilibrio.

MITO:

“Las personas con problemas de salud mental no pueden convivir con el resto”.

REALIDAD:

En absoluto, tener un problema de salud mental no impide llevar una vida normalizada y estar plenamente integrado en la sociedad. Todas las personas podemos tener algún problema de salud mental en algún momento de nuestras vidas y si nos alejan de nuestra familia y amistades, eso sólo puede empeorar nuestro sufrimiento.

Contenido: Voces, temas y enfoques

Hacer hincapié en las capacidades de las personas con un trastorno mental (relaciones laborales, sociales, convivencia familiar, proyectos, personas, etc).

Mencionar los problemas de salud mental en la noticia sólo cuando sea necesario para entender correctamente el hecho.

En noticias relacionadas con sucesos violentos, limitarse a describir los hechos directamente observables sin destacar el problema de salud mental y, menos aún, hacerlo como único factor.

Cuidar el lenguaje empleado en las noticias, sin frivolizar sobre los problemas de salud mental.

Aplicar la perspectiva de género y tratar temas que afectan directamente a las mujeres con problemas de salud mental.

Señalar la falta de recursos y el derecho de las personas con trastorno mental a recibir una atención adecuada.

Incluir sólo noticias sobre salud mental en relación a problemas y actos violentos.

Mencionar los problemas de salud mental cuando estos no son relevantes para la correcta comprensión del hecho noticioso.

Omitir información o proporcionar información sesgada que perpetúe falsos vínculos entre trastorno mental y conductas violentas.

Emplear expresiones relacionadas con la salud mental fuera de contexto.

Caer en estereotipos de género sin tener en cuenta la desigualdad existente entre hombres y mujeres en el ámbito de la salud mental.

Dar por hecho que el trastorno mental es incurable, obviando la existencia de recursos que favorezcan la recuperación.