La primera decisión a la que se enfrentan los medios de comunicación es la elección de los temas que van a tratar. Elegir hablar de salud mental en los medios es fundamental, no sólo porque será la primera causa de discapacidad en unos años, sino porque es el primer paso para que la población empiece a hablar de ello con naturalidad.
LA ELECCIÓN
La primera decisión a la que se enfrentan los medios de comunicación es la elección de los temas que van a tratar. Es importante que la salud mental tenga espacio en los medios, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el año 2030 los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo, por lo que no hay duda de que son informativamente relevantes.
Además, elegir hablar de salud mental en los medios es el primer paso para que la población empiece a hablar de ello con naturalidad.
Uno de los ejemplos más claros de temas que históricamente se han silenciado en salud mental, es el suicidio. En España, 10 personas al día fallecen por esta causa. Los medios pueden ser aliados en la prevención dando cobertura a esta realidad, pero siempre siguiendo las recomendaciones de la OMS que aparecen indicadas en la campaña #HablaDelSuicidio, de SALUD MENTAL ESPAÑA.
EL ENFOQUE
Una vez elegido el tema, el siguiente paso es decidir el enfoque: ¿desde qué punto de vista vamos a contar la historia? El enfoque puede ser la diferencia entre contribuir a la estigmatización o ayudar a la inclusión.
NO: Caer en estereotipos de género
A las mujeres con discapacidad en general, y a las que tienen un problema de salud mental en particular, parece negárseles por principio la posibilidad de ser esposas o compañeras, madres, profesionales… y se les tiende a tratar desde la compasión y el paternalismo.
SÍ: Aplicar la perspectiva de género en salud mental
Es necesario dar voz y protagonismo a las mujeres que tienen un trastorno mental. Tradicionalmente, estos problemas de salud se han visto como una ‘debilidad de carácter’ o una ‘culpa’, prejuicios que, en el caso de las mujeres, se aplican con más intensidad.
Los medios de comunicación deben comprometerse a erradicar esta imagen errónea y dar a conocer la visión en primera persona y las actividades de las mujeres con problemas de salud mental.
MITO:
“Las personas con problemas de salud mental no pueden trabajar”.
REALIDAD:
Los problemas de salud mental no suponen ningún impedimento para poder trabajar, siempre que la persona cuente con los apoyos necesarios.
“El relato de un enfermo mental emociona a la Reina y al Congreso”
NO: Utilizar una visión paternalista
A la hora de hablar de problemas de salud mental, los medios emplean en ocasiones una visión paternalista y lastimera, que no visibiliza las capacidades de la persona, sino que fomenta una imagen dependiente y poco autónoma.
SÍ: Menos compasión, más derechos
Un trato correcto de los problemas de salud mental en los medios se basa en el respeto, la igualdad y la confianza en las capacidades de la persona. No es conveniente mostrar los trastornos mentales de forma dramática ni sensacionalista, ni recurrir gratuitamente a aspectos emocionales que puedan despertar sentimientos de paternalismo, compasión, curiosidad morbosa, sobreprotección, distanciamiento, frivolidad, etc. Las personas con problemas de salud mental tienen los mismos derechos que cualquier otra persona. Lo que necesitan son recursos adecuados para poder ejercer plenamente estos derechos.
NO: Mostrar siempre una visión negativa de los trastornos mentales
Es necesario y fundamental reivindicar los derechos de las personas con problemas de salud mental. Sin embargo, la elección de temas siempre en negativo es una forma de estigmatización.
SÍ: Hablar de la salud mental en positivo
Es conveniente que los medios transmitan también una visión positiva de los problemas de salud mental, prestando más atención a las capacidades de las personas y menos a los límites. En este sentido, se puede dar cabida a temas como el acceso al empleo, la buena convivencia, las relaciones sociales satisfactorias, los programas de atención eficaces, etc.
“Un enfermo mental que quiso matar a su madre en Donostia será internado en un psiquiátrico”
NO: Vincular violencia y salud mental
Es bastante frecuente encontrar noticias relacionadas con sucesos violentos en los que se cita que la persona acusada (o presunta autora de un delito) tiene un problema de salud mental. Este tipo de noticias hace que se perpetúen ideas como que las personas con trastorno mental son violentas, agresivas y peligrosas, y que actúan de forma irracional, lo cual está comprobado que es falso.
En algunos casos se confunden las causas reales de una agresión o conducta violenta relegándola a un problema psiquiátrico, cuando puede deberse a problemas socioeconómicos, violencia de género, educacionales, etc. En otros, se omite información acerca de la situación de la persona, lo que hace que la noticia esté sesgada y se mantengan los prejuicios.
Una explicación de esta vinculación tan común en medios entre trastorno mental y actos delictivos tiene que ver con cómo la sociedad analiza ciertos comportamientos que parecen inexplicables.
Parece que genera una cierta tranquilidad atribuir a un problema de salud mental un acto delictivo de difícil comprensión, ya que es complejo aceptar que en la naturaleza humana exista maldad.
SÍ: Romper el falso vínculo violencia – trastorno mental
Una conducta violenta no puede justificarse a causa de un problema de salud mental, ya que muy pocas veces existe una sola razón que explique un comportamiento de este tipo. Las personas con problemas de salud mental tienen la misma probabilidad de cometer un acto delictivo que cualquier otra. Con un tratamiento integral y un entorno social y familiar adecuado, pueden y deben vivir en la sociedad sin que esto suponga un problema para nadie.
El o la periodista puede limitarse a describir los hechos directamente observables (sin aventurarse a prejuzgar la causa del hecho a un trastorno mental) o bien mostrar todas las circunstancias y las posibles causas, sin relegar el problema de salud mental como único factor.
MITO:
“Las personas con problemas de salud mental son violentas”.
REALIDAD:
No es cierto. De hecho, ocurre en más ocasiones que las personas con problemas de salud mental son víctimas de agresiones,
malos tratos y abusos que responsables de cometer actos violentos.
NO: Invisibilizar a determinados colectivos con problemas de salud mental
- Personas con discapacidad
- Personas migrantes
- Personas en régimen penitenciario
- Personas sin hogar
Además debemos prestar especial atención a la vulnerabilidad de las mujeres e incorporar la perspectiva de género en todas nuestras informaciones.
Algunos colectivos, como los mencionados anteriormente, sufren a menudo una grave discriminación social que se traslada inevitablemente a los medios de comunicación.
Cuando alguna de estas personas tiene añadido un problema de salud mental, a los prejuicios propios asociados al trastorno mental se unen los que la sociedad atribuye al grupo al que pertenecen.
SÍ: Visibilizar a todos los colectivos
Es fundamental que los medios informen sobre las dificultades específicas a las que se enfrentan estos colectivos. También es importante que puedan ofrecer su propio punto de vista en aquellas noticias que hablan de ellas y ellos.
MITO:
El trastorno mental… “es un castigo o culpa de la persona o los familiares”,“es hereditario”, “es contagioso”.
REALIDAD:
Un problema de salud mental se debe a un conjunto de factores biológicos, psicológicos y sociales, y en ningún caso es culpa de la propia persona o de su familia.
NO: Culpabilizar a los familiares o a la propia persona
Existe una tendencia a culpabilizar a las familias de la conducta de la persona, especialmente si es niño/a o adolescente, o bien se atribuyen los síntomas a un ‘carácter difícil’. Por otro lado, en muchas ocasiones se presupone que los y las menores con este tipo de trastornos no son capaces de realizar actividades como el resto de niñas y niños.
SÍ: Tener especial cuidado en los contenidos de salud mental en niños/as y jóvenes
Es fundamental consultar fuentes con demostrado rigor cuando se informa sobre este colectivo. No se debe culpabilizar a familiares ni a la propia persona de los comportamientos provocados por el trastorno mental.Es fundamental consultar fuentes con demostrado rigor cuando se informa sobre este colectivo. No se debe culpabilizar a familiares ni a la propia persona de los comportamientos
provocados por el trastorno mental.