El lenguaje

Todos los titulares que aparecen en esta guía son ejemplos reales y publicados en distintos medios de comunicación españoles.

“La genialidad y el trastorno mental, a un paso”

EL PROBLEMA: Tener prejuicios y concepciones erróneas

LA SOLUCIÓN: Documentarse antes de reproducir estereotipos

A pesar de la falta de tiempo con la que nos encontramos en nuestro día a día, es fundamental hacer un trabajo de documentación para evitar reproducir estereotipos, ideas antiguas y falsas creencias que perpetúan el estigma en salud mental. El principal problema es no llegar ni siquiera a cuestionarnos si lo que estamos a punto de reproducir se ajusta a la realidad. Cuando evitamos transmitir prejuicios estamos contribuyendo a la inclusión de estas personas en la sociedad.

Para ello, debemos tener claro que las personas que tienen este tipo de trastornos:

  • No son violentas y/o agresivas debido a su problema de salud mental.
  • No son irracionales.
  • Pueden trabajar, tener hijos y amistades, igual que cualquier otra persona.
  • No tienen una doble personalidad.
  • No tienen por qué ser genios o artistas.

PARA
TENERLO
CLARO…

QUÉ ENTENDEMOS POR PROBLEMA DE SALUD MENTAL

  • Ezquizofrenia
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno límite de personalidad (TLP)
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Trastornos de alimentación

QUÉ NO ES UN PROBLEMA DE SALUD MENTAL

  • Demencia y enfermedad de Alzheimer
  • Daño cerebral adquirido
  • Autismo / Síndrome de Asperger
  • Síndrome de Down
  • Epilepsia
  • Enfermedades neurodegenerativas

“Un enfermo mental pide en el Congreso eliminar estigmas”

EL PROBLEMA: Hablar de “enfermos y enfermas mentales”

LA SOLUCIÓN: Hablar de “personas con problemas de salud mental”

Las personas nos definimos según numerosos aspectos de nuestra vida: la edad, el empleo, las relaciones sociales, el estilo de vida… Hablar de “enfermos mentales” es reducir a la persona a una sola de sus circunstancias. Esta etiqueta resignifica toda su vida pasada y futura, convirtiéndola en una sola cosa: la enfermedad, marcando así la noticia.

Además, si bien el término “enfermedad mental” parece algo neutro, lo cierto es que lleva implícitos muchos estereotipos negativos que inevitablemente acaban vinculándose a la persona.

Para evitar esto, podemos sustituir el término “enfermos y enfermas mentales” por “personas con problemas de salud mental” o “personas con trastorno mental”. De esta forma, mostramos el problema de salud mental como una circunstancia más de la persona.

“El Supremo reconoce a un esquizofrénico orensano su derecho a votar”

EL PROBLEMA: Etiquetar a las personas sustantivando su condición

LA SOLUCIÓN: Mostrar a las personas (con un problema de salud mental) de forma integral.

Las personas, sanas o enfermas, son ante todo personas. Las personas con problemas de salud mental, al igual que cualquier otro individuo, tienen múltiples facetas (laboral, personal, familiar, etc). No se las debe mostrar de forma unidimensional.

Debe por tanto evitarse etiquetar a los individuos sustantivando su condición: ‘un esquizofrénico’, ‘un depresivo’, ‘una anoréxica’, etc. El hecho de emplear este lenguaje contribuye al estigma ya que reduce a la persona a una única característica: su trastorno mental, cuando se trata de una circunstancia más de su vida. De la misma forma que difícilmente oiremos hablar de un “sidoso” o un “canceroso” para referirnos a personas con estas dolencias, la recomendación es no usarlo tampoco en el caso de la salud mental.

“La esquizofrenia del PSOE: los socialistas se alegrarán si Rajoy es investido”

“Aluvión esquizofrénico de goles en Dortmund”

EL PROBLEMA: Uso inapropiado de términos de la salud mental en otros contextos

LA SOLUCIÓN: Cuidar el lenguaje para no frivolizar

Especialmente en artículos de opinión o en la sección de deportes y cultura (donde la línea divisoria entre información y opinión no es tan precisa), se usan en ocasiones elementos y terminología del campo médico para describir situaciones, personas o cosas que nada tienen que ver con los problemas de salud mental. Por ejemplo, en el caso de la esquizofrenia, se usa a menudo para adjetivar una situación caótica, irracional, extravagante, etc.

Existen otras muchas expresiones que transmiten el mismo significado y no contribuyen a la estigmatización. El uso inapropiado y peyorativo de estos términos hace que las personas que tienen estos trastornos puedan sentirse ofendidas, a la vez que perjudica la imagen social de las personas con un problema de salud mental.

MITO:

“Todas las personas con problemas de salud mental son genios o artistas”.

REALIDAD:

Las personas con problemas de salud mental no tienen por qué destacar en ningún campo artístico.

“La traumática vida de Sinead O’Connor: maltratos, vejaciones y un trastorno bipolar”

EL PROBLEMA: Titulares alarmistas o morbosos

LA SOLUCIÓN: Hablar con naturalidad de los problemas de salud mental

A menudo en los titulares se sintetiza la información de manera incorrecta y simplista. En los últimos años, con el auge de internet, de los medios digitales y de las redes sociales, esta situación se ha vuelto cada vez más común, ya que son los titulares más llamativos los que consiguen más visitas y, por tanto, los que generan más retorno de inversión. Esto, unido a la inmediatez de los medios digitales, provoca que los titulares puedan cobrar un carácter alarmista y morboso.

Es necesario hablar de los problemas de salud mental con naturalidad, al igual que se hace con una gripe, un traumatismo o una discapacidad física. Las dificultades de salud mental son un problema de salud más, y así deben ser tratadas a nivel mediático. Para ello, se puede mostrar a las personas con problemas de salud mental en situaciones normales y corrientes en la comunidad: hogar, trabajo, ocio o situaciones sociales. Tampoco es conveniente establecer contraposiciones entre “persona con un problema de salud mental” y “persona normal”.

“El Congreso reconoce el derecho a votar de 100.000 discapacitados intelectuales*”

EL PROBLEMA: Confundir el “trastorno mental” con otro tipo de discapacidades

LA SOLUCIÓN: Recurrir a fuentes veraces para transmitir información exacta

En general, existe una notable confusión entre lo que es un trastorno mental y otro tipo de problemas de salud que pueden implicar discapacidad. El resultado es que, a menudo, la información que se transmite es inexacta o errónea.

Un problema de salud mental es una alteración de tipo emocional, cognitiva y/o del comportamiento en la que quedan afectados procesos psicológicos básicos como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, el aprendizaje o el lenguaje. Esto dificulta a la persona su adaptación al entorno cultural y social en el que vive, y crea alguna forma de malestar subjetivo. En algunos casos puede causar discapacidad, pero con atención adecuada, muchas personas con problemas de salud mental mantienen su autonomía y capacidades personales, sin presentar situación de dependencia alguna.

* Nota: Esa cifra en realidad es la suma de personas con discapacidad intelectual, personas con problemas de salud mental y personas con deterioro cognitivo, los tres colectivos a los que benefició la reforma electoral.